¿Qué es el síndrome de dolor regional complejo?

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El síndrome de dolor regional complejo (CRPS, por sus siglas en inglés) es una trastorno de dolor crónico que se cree es el resultado de un disfuncionamiento en el sistema nervioso central o periférico.

Las características típicas incluyen cambios dramáticos en el color y la temperatura de la piel en la extremidad o parte del cuerpo afectada, acompañados por un dolor candente severo, sensibilidad de la piel, sudoración e inflamación. El CRPS frecuentemente es provocado por una lesión a un tejido; el término describe a todos los pacientes con los síntomas anteriores, pero que no tienen una lesión subyacente a los nervios. Los pacientes con CRPS II experimentan los mismos síntomas pero sus casos están claramente asociados con una lesión a los nervios.

Entre los términos que se usaban antiguamente para describir al CRPS están “el síndrome de distrofia simpática refleja” y “causalgia,” un término que se utilizó por primera vez en la Guerra Civil para describir el dolor intensivo y candente que algunos de los veteranos sentían aún mucho después de que sus heridas se habían sanado.

El CRPS puede comenzar a cualquier edad y afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque la mayoría de los expertos están de acuerdo en que es más común en las mujeres jóvenes.

¿Cuáles son los síntomas del CRPS?

El síntoma principal del CRPS es un dolor continuo e intenso, desproporcionado a la severidad de la herida (si es que la hubiese), que con el tiempo se empeora en vez de mejorar. El CRPS a menudo afecta una de las extremidades (brazos, piernas, manos o pies) y también frecuentemente está acompañado por:

  • Dolor candente
  • Mayor sensibilidad de la piel
  • Cambios en la temperatura de la piel: más caliente o más frío en comparación con la extremidad opuesta
  • Cambios en el color de la piel: manchada, púrpura, pálida, o roja
  • Cambios en la textura de la piel: brillante y delgada, y a veces con excesiva sudoración
  • Cambios en los patrones de crecimiento de las uñas y del vello
  • Inflamación y rigidez en las articulaciones afectadas
  • Incapacidad motora, con menos capacidad para mover la parte del cuerpo afectada.

Frecuentemente el dolor se extiende para incluir toda la mano o pierna, aun cuando la herida original haya sido solamente en un dedo. A veces el dolor puede propagarse a la extremidad opuesta. El dolor se puede empeorar con el estrés emocional.

Los síntomas del CRPS varían en severidad y duración. Algunos expertos creen que hay tres etapas asociadas con el CRPS, cada una marcada por cambios progresivos en la piel, los músculos, las articulaciones o coyunturas, los ligamentos y los huesos del área afectada, aunque esta progresión aún no ha sido validada por investigaciones clínicas.

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